Un mediodía tranquilo en el microcentro de Rafaela, el Bv. Santa Fe, la zona comercial más importante donde se congrega la gente. Así es su estructura, un cantero central con palmeras “coco pindó”, y dos arterias a los costados que configuran el boulevard, veredas anchas y arboladas, un par de torres que sobresalen del resto compuesto por fachadas de una o dos plantas muy heterogéneas.
A dos cuadras del boulevard, hacía tiempo que le tenía ganas al palacio de Tribunales de Rafaela, otro fiel exponente del Movimiento Moderno construido en la década del ’60. Una planta baja con accesos y recepciones y cuatro plantas de oficinas superiores contenidos en una placa alargada, repetitiva y austera. Si bien el paso del tiempo se hace notar en el estado de los parasoles y algunos cerramientos no pierde su encanto.
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