




Los pasajes o “cortadas” tienen una impronta especial, son calles que muchas veces permanecen adormecidas al trajín de la ciudad, tienen otro tiempo, un silencio, un aire particular. Y son lugares atractivos para croquizar, más aún una calurosa siesta en enero. Así me fui con mi libreta al pasaje de Calle Buenos Aires entre Lavalle y Alvear, es solo una cuadra, el empedrado, algunas viejas casonas italianizantes recuperadas y otras en decadencia, la sombra de los árboles y el silencio que solo era cortado con el esporádico paso de los autos que circulaban por las calles transversales. Realizados con estilógrafo negro 0.30mm sobre Móleskine. Creo que ningún vecino se percató de mi presencia en el lugar.


Es conocido como el Parque Villa Podio, en función al barrio en el cual se localiza al sur del tejido urbano, marcando uno de los límites de la ciudad, hoy en pleno crecimiento. Por mucho tiempo funcionó en su interior el Vivero Municipal, del cual se fabricaban especies vegetales para el resto de la ciudad. Añosos árboles, de gran porte y variadas especies se reparten en el predio que ocupa aproximadamente la superficie de seis manzanas. En otras épocas fue un bello paseo de escala urbana, hoy ha quedado olvidado por gran parte de los rafaelinos y su uso solo se circunscribe al de los vecinos aledaños. Mucha sombra y aire fresco, ideal para esbozar unos croquis a la hora de la siesta, sobre todo un tranquilo día de verano. Tinta de rotring tikky grapic, acuarela y lápices acuarelables sobre cuaderno Moleskine de 9x14 cm.
Una quinta de parientes de mi mujer en Villa California, un barrio del poblado de Rincón, pegado a Santa Fe, una zona costera con mucho verde, altos eucaliptos y pinos que generan sombra a casas dispersas, en especial quintas para fines de semana. En su interior se comen muy buenos asados y pasamos hermosas jornadas en familia. Tinta sobre block de dibujo en tamaño A5.